Black Box y AV sobre IP: la evolución natural de los centros de control en 2026

Cada año, los centros de control reciben más pantallas, más fuentes de datos y más exigencias de coordinación. La industria dejó atrás los sistemas aislados: hoy se necesita visualizar, gestionar y distribuir información en tiempo real, sin retrasos y sin pérdida de calidad. Y en esa transición, AV sobre IP pasó de ser una alternativa moderna a convertirse en el estándar técnico para 2026.

Los datos lo confirman. El informe AVIXA Market Intelligence 2025 proyectó un crecimiento sostenido de soluciones AV sobre IP, con un aumento superior al 10% anual en proyectos industriales, impulsado principalmente por salas de monitoreo, control de tráfico, minería y energía.

La razón es simple: la operación actual exige flexibilidad y escalabilidad; características que las arquitecturas tradicionales ya no pueden ofrecer.

En terreno lo vemos a diario. Clientes que buscan integrar videowalls, señales de cámaras, interfaces SCADA, tableros de procesos y sistemas de seguridad… todo en un mismo entorno y con una gestión centralizada. El desafío no es la cantidad de información, sino cómo moverla sin interrupciones.

Ahí es donde Black Box marca la diferencia.

Black Box desarrolló soluciones AV y KVM diseñadas específicamente para entornos críticos. No se trata solo de transmitir video; se trata de hacerlo con baja latencia, sin compresión que afecte detalles clave y con la posibilidad de escalar sin reemplazar toda la infraestructura.

En centros de control industriales, eso se traduce en:

• Videowalls dinámicos que pueden reorganizarse según la necesidad operacional.
  
  
• Distribución de señales a larga distancia sin pérdida, ideal para plantas extensas o centros de monitoreo remotos.
  
  
• Extensores y matrices AV sobre IP que permiten integrar múltiples fuentes y enviarlas a diferentes destinos sin limitaciones físicas.
  
  
• Sistemas KVM que reducen el ruido, el calor y la complejidad en salas de servidores, permitiendo a los operadores trabajar desde una sola estación en entornos exigentes.
  
  
• Capacidad de crecer sin detener la operación ni modificar de raíz la arquitectura existente.
  
  

En minería, por ejemplo, el centro de control se convirtió en el corazón de la operación. Nada se detiene ahí dentro: cada pantalla entrega información que influye en equipos, seguridad y producción. Lo mismo ocurre en energía, transporte y manufactura.

Los equipos necesitan ver más, reaccionar más rápido y trabajar con información que cambia segundo a segundo. Y en ese entorno, la confiabilidad no es un atributo adicional; es un requisito operativo.

Lo que diferencia a Black Box es su enfoque en aplicaciones de misión crítica. Sus soluciones no se diseñaron para mostrar contenido; se diseñaron para sostener decisiones. Y cuando ese es el objetivo, la estabilidad, la latencia mínima y la precisión de imagen se vuelven parte esencial del resultado.

Mirando hacia 2026, la tendencia es clara: más fuentes, más visualización, más demanda por entornos colaborativos y por infraestructuras que puedan ajustarse rápidamente sin afectar la continuidad.

AV sobre IP es la tecnología que acompaña esa evolución, y Black Box se mantiene como una de las marcas más consolidadas para implementarla en proyectos industriales.

En Techvalue hemos visto cómo una buena arquitectura de visualización cambia la forma en que un equipo opera. Cuando la información fluye sin barreras, la operación también lo hace.

Y eso nos recuerda algo fundamental: en los centros de control, ver mejor no es un lujo; es la base para decidir con precisión.

En Techvalue, como distribuidores exclusivos de la tecnología de Moxa, y otras marcas de renombre como Advantech, Zenitel, Black Box, entre otras, recomendamos a las diversas industrias contar con lo último en computación industrial y tecnología, garantizando calidad y productividad en cada operación.